En el espacio, en el lugar donde todo se cuela por una ventanita azul oscura, las cuestiones de mi alma parecen deslizarse hacia mis manos resbalando en tibia y gorda manteca.
Aromatizadores.
Desaromatizadores. Desodorantes.
El pelo de Lilián.
Las uñas pintadas de azul en los pies de Sofía.
Las arañas del cerro Bonaventura.
Las herramientas colgando en el galpón de mi abuelo Dardo.
El olor del sexo en las manos de Verónica.
El sonido silencioso de la cucheta de arriba en mi dormitorio.
El tono de las paredes.
Los chillidos de la chancha que matamos con Jorge, Jesús y Franco.
El dolor de 5 años seguidos por el divorcio con Pato.
La firmeza del camino que tomé para meterme en esta nave blanca.
En el espacio, aquí en el espacio,
en un lugar donde todo parece encerrado hermético para que nada pase, las cuestiones de mi alma parecen buscar dormidas el camino hacia el
insomnio.
domingo, 31 de enero de 2016
Silenci
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