lunes, 22 de julio de 2013

¿Hola?

Quizá lo más trabante, la piedra en el zapato de veraneo sea la idea de "empezar de nuevo". Porque no es "de nuevo" pero es "de nuevo". Es curioso que creamos que empezar de nuevo es empezar otra vez con aquello, una vez más, cuando en realidad la palabra nuevo designa algo que no estaba, que no se hizo, que es original. Entonces visto así, empezar de nuevo realmente sería empezar las cosas de manera diferente, original, única, empezar de cero.

Ya cansa
empezar de cero
volver a arrancar, volver a reeditar los músculos de las zonas dormidas. Siempre
hablamos de que andar en bicicleta es un saber que se aprende una vez y nunca más se olvida, pero no
tenemos en cuenta que cuando pasan muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos años
el saber está allí
pero los músculos
no. ¿Las ganas?
Los músculos no.
Y reconstruir músculos, ruta, poner el cuerpo,
agota
mentalmente.

El cuerpo ya vivió muchas duchas con el calefón apagado, se limpió muchos fluidos con el corazón vacío, se despertó perplejo en noches sin sueño, se acalambró imbécil en largas jornadas de esperar a que el tiempo pasara... Entonces la mente ya no quiere anudar anidar en esos matrimonios o ejercicios con el cuerpo.

¿Y qué queda entonces?
¿Queda?
¿Hay huesos donde tender nuevas carnes?
Fibras rojas, tupidas, espesas y brillantes, vibrantes y fornidas,
viajeras, intensas,
¿hay?

Silenci

Esto es un recordatori. Habla, retiene y recuerda la piedra blanca, el cero y silenci. Es extremadamente fundamental en cualquier momen...