jueves, 18 de febrero de 2016

La conocí

La conocí en una clase de pilates. Los miércoles me levanto más cansado que de costumbre porque tengo guardia los martes nocturnos y ese día debí haber ido a clases de SPAM, pero lamentablemente y por suerte me equivoqué y caí en el salón del fondo: una habitación larga con espejos en las paredes y colchonetas diseminadas, en las que flotaba un fuerte silencio de ovarios cómplices. Al principio, cuando caí en la cuenta de qué era lo que estaba pasando, quise volver sobre mis pasos y hacer lo mismo que hago hace dos semestres y medio, llegar a mi clase de SPAM, aprender más y mejor durante dos horas, y usar la hora restante para practicar llenando de basura la vista y el cerebro de desprevenidos e ignorantes navegantes de la web. Pero algo en este aula me embriagó. Fue una sensación muda, como un dolor sordo que comienza lentamente en el hombro derecho. Casi como una tensión muscular que esboza la intención de una posible contractura. Y ahí estaba ella. De calzas. Pelo hasta la cintura. Espalda nadadora. Parada. Descalza. Conversando. Intercambiando. Y me le acerqué. Y me notó. Y se dio vuelta.

-¿Sabés que para mi todas las palabras dicen DROGA? Todas las palabras que leemos, las que están en los lomos de los libros, en los destinos de los ómnibus, las que están en las bolsas de comida, las que están en internet, todas todas dicen solamente una cosa: DROGA. La palabra escrita no sirve para comunicar, sirve para vendernos su necesidad. La maravilla de aprender por medio de lo escrito, la belleza de rescatar nuestra historia por medio de los libros y la libertad de expresarnos a través de la palabra escrita, es toda una mentira que nos venden. Y es una venta infinita. Entonces es una compra infinita. Entonces es droga. Todo lo que leemos es droga, lo necesitamos, lo obtenemos y lo volvemos a necesitar constantemente. Es un producto diseñado específicamente para el consumo. Está diseñada su necesidad, sus formas y efectos. Su pervivencia está garantizada por el sistema, porque de ella depende, exactamente en matrimonio, la pervivencia del sistema. ¿Entendés esto que te digo?

Silenci

Esto es un recordatori. Habla, retiene y recuerda la piedra blanca, el cero y silenci. Es extremadamente fundamental en cualquier momen...